El tradicional foquito incandescente comienza a despedirse de Europa.

 

Las bombitas incandescentes de 100 watts (vatios) empezarán a desaparecer del mercado europeo, marcando el inicio de la muerte anunciada de todas las lámparas clásicas, que serán reemplazadas por las de nueva generación, mucho más económicas en energía.

Los establecimientos de la Unión Europea (UE) no podrán hacer nuevos pedidos de lamparitas de 100 watts, por lo que éstas pasarán a la historia una vez que se agote el stock. La prohibición se aplicará además a las bombitas de vidrio opaco.

Esta será la primera fase de un calendario fijado a fines de 2008 por Bruselas para retirar de aquí a 2012 todas las bombillas incandescentes, según la agencia AFP.

Tras el fin de las lamparitas de 100 vatios, en septiembre de 2010 será el turno de las de 75 vatios, al año siguiente de las de 60 y en 2012 de las de 40 y 25 vatios.

Para Bruselas, esta medida -que ya fue aplicada en Cuba, planea hacerlo Estados Unidos y se interrogan al respecto países como Brasil y Argentina- está llamada a contribuir al objetivo de mejorar la eficacia energética de la UE en un 20% en 2020, con respecto al nivel de 1990.

La Comisión Europea calcula además que cada hogar ahorrará 166 euros de su factura anual de electricidad, lo que representará en conjunto entre 5 mil y 10 mil millones de euros anuales.

En efecto, pese a que las lamparitas de nueva generación llamadas "fluo-compactas" o lámparas de bajo consumo son más caras, su vida útil es más larga, al consumir entre un 65% y 80% menos de energía que las incandescentes.

Una segunda opción para los consumidores que prefieren una luz más viva son las lamparitas de nueva tecnología halógena, que permiten ahorrar entre un 25% y un 45% de energía.

Mucho antes de su prohibición oficial, en el primer trimestre de 2009, la venta de lamparitas tradicionales retrocedió un 15% en la UE, según datos de Osram, uno de los mayores fabricantes. La única excepción se dio en Alemania y Austria, donde las compras se dispararon un 15%.

Sea como fuere, las bombillas tradicionales dejarán de existir dentro de tres años, una "evolución que requerirá" además "la elección informada de los consumidores", según Juergen Sturm, secretario general de la Federación de Compañías Europeas de Lamparitas.

 
Fuente: “Infobae”