Esta columna está dedicada a la seguridad de su hogar y los cuidados que todo asociado debe tener en cuenta con respecto al funcionamiento de su instalación eléctrica y las protecciones que no pueden faltar.

En esta oportunidad nos ocuparemos de la llave termomagnética o también conocida como térmica. Se trata de un dispositivo eléctrico de seguridad que cumple la función de proteger su instalación eléctrica contra sobrecargas y cortocircuitos.

Este tipo de llaves sustituyen el funcionamiento de la obsoleta caja de fusibles tradicional, siendo así un sistema mucho más práctico. Las llaves termomagnéticas están diseñadas para cubrir un amplio rango de necesidades. La instalación de esta llave es bastante sencilla, ya que basta con conectar los cables de salida del disyuntor.

Es conveniente que su valor sea el menor posible. Por ejemplo, para un usuario residencial con fusible aéreo de 35 Amper (A), se recomienda una termomagnética de 25 A o menor, siendo el valor ideal el de 16 A.

            Es importante destacar que este tipo de dispositivos no protege la vida humana, y para ello es necesario instalar un interruptor diferencial (disyuntor) del que expondremos más adelante.