Los océanos que cubren el 70% de la superficie terrestre son una reserva inagotable de energía, sostienen los expertos, que los ven como una alternativa válida a las energías fósiles, responsables del cambio climático.

Las corrientes oceánicas, las mareas y la diferencia de temperatura entre la superficie y el fondo del mar pueden explotarse para producir electricidad. Esos proyectos se multiplican a nivel internacional, aunque por el momento las tecnologías sean aún experimentales. “Estamos en un estadio que hay que invertir en la investigación, porque a largo plazo, el potencial es inmenso”, subrayó Jean-Louis Bal, director de energías renovables de la Agencia francesa del Medio Ambiente y del Control de la Energía (ADEME).

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima en más de 90.000 teravatios por hora (TWh) la potencial potencia del conjunto de las energías marinas en el mundo, cifra que contrasta con los 18.000 TWh de la producción mundial de electricidad. Sin embargo, hay que diferenciar