Preocupados por los que algunos definen como una situación alarmante, más de 200 cooperativas eléctricas del interior bonaerense que agrupan a cerca de un millón de usuarios presionan con la necesidad de realizar un ajuste tarifario algo que, por el momento, desde el Gobierno lo descartan.
De acuerdo al panorama que plantearon desde las prestadoras a las autoridades de la administración Scioli, frente al reclamo salarial de los trabajadores del sector y el aumento de los costos del 20 por ciento en el último año, "es necesario un ajuste" de la tarifa para afrontar con tranquilidad lo que queda del año. De hecho, aseguran que desde la salida de la convertibilidad vienen con un retraso en los valores.
Para el gerente de la Federación de Cooperativas de Electricidad y Servicios Públicos de la Provincia (FEDECOBA), Mario Vitale, las cooperativas necesitan un pronto ajuste tarifario porque hay muchas de las entidades que representan que dan servicios donde un privado no da. "Necesitamos algún tipo de fondo compensatorio porque hay localidades donde se prestan servicios a muy pocas familias", aseguró a DIB el dirigente.
El titular de la Asociación de Prestadores Eléctricos de la Provincia (APEBA), Raúl Scaglia, también pintó un panorama desalentador. "La tarifa está atrasada. Si el Gobierno no nos habilita un aumento debe ampliar el fondo compensador", dijo a esta agencia el dirigente, a la vez que aseguró que este panorama acarrea otra problemática: la falta de inversión en obras para que, por ejemplo, se instalen industrias en el interior.
 Si bien las entidades prefieren no establecer cifras concretas de ajuste, reconocen que en los últimos doce meses los salarios del sector subieron un 35 por ciento mientras que los insumos entre un 15 y un 20 por ciento. En este sentido, el titular del Consejo de Administración de Coopelectric de Olavarría, Carlos Díaz, reconoció que “estamos desfasados en un 30 por ciento del valor agregado de distribución”, y destacó que el déficit anual que registran es de 3 millones de pesos.
De hecho, si se toman los ingresos por las tarifas eléctricas los números cierran en rojo en la mayoría de las 120 pequeñas cooperativas agrupadas en Fedecoba, según Vitale.
 El mapa del interior de la provincia está dividido entre tres distribuidoras de energía: EDEN, EDEA y EDES. La primera de ellas abarca 36 sucursales de partidos de la zona norte y tiene unos 300 mil clientes. Mientras EDEA presta servicio en 17 localidades del centro y del sudeste con unos 450 mil clientes, EDES comprende 15 partidos del sur y a más de 140 mil usuarios.
Actualmente, las cooperativas tienen a sus empleados trabajando a reglamento debido a un pedido de aumento salarial, algo que genera trastornos e inconvenientes para el normal funcionamiento de las instituciones, postergando o aplazando obras y tareas en general.
 
Provincia, sin apuro por aumentos
 La necesidad de inversión es uno de los puntos con que el Gobierno contrarrestó el pedido de las prestadoras. "Para autorizar un ajuste primero queremos que las cooperativas nos presenten los planes de inversión para los próximos años", dijo a DIB el presidente del Organismo de Control de Energía bonaerense (Oceba), Marcelo Sosa. Y aclaró: "No estamos apurados por aumentar las tarifas". Según el funcionario provincial, las entidades que estén más comprometidas serán ayudadas a superar las desigualdades, pero destacó que no se debe trasladar a lo que se cobra por la luz el pedido de aumento salarial de los trabajadores del sector.
 
Fuente: Agencia DIB – Diario Extra