La instauración desde las cero hora de ayer de un doble huso horario en el país augura futuras complicaciones en materia de coordinación entre el lote de provincias que adelantaron 60 minutos los relojes por pedido de Cristina de Kirchner -10 en total, más Capital Federal- y el que mantuvo las agujas firmes -13 distritos, avalados agónicamente por la Casa Rosada tras la rebelión inicial de los gobernadores.
El hecho de que el domingo alivió, sin embargo, el esquema de impactos, que se esperan por caso en los ámbitos del transporte provincial e internacional, de la interacción entre ciudades vecinas -y con distintos horarios-, y en el sistema bancario.
Por de pronto, en general no se produjeron ayer mayores complicaciones en la terminal de micros de Retiro, en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, donde previamente las compañías aplicaron correcciones en los horarios de los itinerarios.
«La gente realizó muchas consultas telefónicas previas y estaba muy inform