Los gobiernos argentino y paraguayo pondrán en marcha en los próximos 90 días la licitación para llevar a cabo el aprovechamiento hidroeléctrico del brazo Aña Cuá, una obra complementaria a la represa Yacyretá –la mayor en su tipo en la Argentina– que tiene varias décadas de demora.
La iniciativa demandará una inversión de u$s 400 millones y aportará 280 megawatts a ambos países, poco más de un 1% de la oferta total eléctrica de la Argentina.
Las obras estarán a cargo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), que administra el complejo eléctrico y conduce Oscar Thomas por el lado local. El acuerdo fue rubricado por el presidente paraguayo, Fernando Lugo, y el ministro de Planificación, Julio de Vido, en la residencia del mandatario guaraní.
También fueron de la partida por el lado argentino el secretario de Energía, Daniel Cameron, el subsecretario de Coordinación, Roberto Baratta, y el propio Thomas. Del lado paraguayo acompañaron al presidente el ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Lacognata, la directora de la (EBY), Elba Recalde, y el secretario General de la Presidencia, Miguel López Perito. Se trata de una obra varias veces postergada.
En el año 2000, el ex presidente Fernando De La Rúa avanzó en la licitación para instalar tres turbinas sobre el brazo del Río Paraná, pero el proceso quedó sumergido por la crisis de 2001, que condujo a la salida del gobierno de la Alianza.
Varios de los interesados en adjudicarse la obra en aquella ocasión –se hablaba de un costo de u$s 200 millones– volverán a presentarse casi con seguridad en esta oportunidad. Entre ellos, la cordobesa Electroingeniería; Impsa, del empresario mendocino Enrique Pescarmona; Supercemento; Iecsa, la constructora que conduce Angelo Calcaterra, sobrino de Franco Macri y la también argentina Panedile.

Fuente: El Cronista Comercial