La cooperativa metalúrgica Cóndor Andino ingresó el año pasado al Programa Capacitación con Obra. Su tarea fue reconstruir un ala del Hotel Cacique Pizmanta, un espacio de aguas termales que queda a 200 kilómetros de la ciudad de San Juan, hacia la cordillera.
La fundación de Cóndor Andino, ubicada en Rawson, fue en el 2009 y obtuvieron su matrícula en 2010. "Todo este tiempo hemos trabajado por nuestra cuenta y conociendo a uno y a otro entramos a la Cnct mediante Facta, estamos hace 2 años compartiendo experiencias ahí", relata su presidente Víctor Pérez.
Los 17 socios no sólo realizan trabajo metalúrgico sino que también desempeñan tareas de construcción y pintura. Además, se encuentran incursionando en el armado de muebles mezclando metalúrgica con madera para oficinas. Según Pérez, la cooperativa tiene un ritmo de trabajo minero, "subimos 15 días a trabajar y bajamos cuatro o cinco", comenta.
"Cuando comenzamos a organizarnos sabíamos que debíamos darle una forma legal a nuestro trabajo. Había compañeros accidentados y necesitábamos un marco que nos contuviera. Empezamos a averiguar y descubrimos el monotributo social, cada uno se hizo el suyo con todos los beneficios que eso trae", explica Pérez.
Los vecinos de la localidad de Rawson conocen a los trabajadores de Cóndor Andino, ellos le brindan a sus clientes una solución integral y un costo razonable. "Hacemos desde el cambio de un foquito hasta el techo de una casa. Sentimos que el barrio nos tiene confianza y apoya a nuestra empresa", afirma el presidente de la cooperativa.
"En este camino de entrar al Programa al juntarnos con los técnicos y con José Sancha de nuestra Confederación, empezamos a barajar la idea de empezar a juntarnos con otras cooperativas. El 20 de noviembre del 2012 firmamos el convenio entre nuestra cooperativa y el Hotel Cacique Pizmanta, también cooperativo. Ahí nos empezamos a juntar, a principio de este año hicimos unas capacitaciones con otras cooperativas que están dentro de la Cnct y después empezamos a conocer las cooperativas de Fecootra.", explica el presidente de Cóndor Andino.
Para Pérez es necesario aprovechar el Programa y explotarlo más. "Hay cosas que uno no toma conciencia. Cualquier empresario quisiera tener medio jornal de sus trabajadores, obra social, seguro, un asesor contable y encima un asesor técnico. Nos dio la posibilidad de estar más tranquilos y concentrarnos en trabajar mejor", reflexiona.
Luego de un año de planificación conjunta con doce cooperativas de la provincia, el pasado 11 de diciembre conformaron la Federación de Cooperativas de Trabajo de San Juan (Fesacoop) del Valle del Tulum, quedando la presidencia para la Cooperativa Condor Andino.
Los trabajadores de Cóndor dicen tener las mismas expectativas que cuando formaron la cooperativa. "Nosotros éramos un grupo de amigos que jugábamos juntos a la pelota. Nos conocíamos de toda la vida. Uno hacía un oficio, al otro no le iba tan bien y pensamos por qué si alguno de nosotros consigue un trabajo de albañilería y justo el dueño de la casa necesita rejas, nos vamos complementando. En este caso es lo mismo pero ya siendo más de 200 trabajadores", se explaya Pérez.
Cumpliendo con un escalón más de sus objetivos como lo es conformar la Federación, los trabajadores recuerdan cuando eran desocupados, ahora piensan en pelear trabajo tanto en la órbita del Estado como en el sector privado. "Nosotros no creemos en el igualitarismo, creemos en la equidad: es cierto que somos iguales pero acá vale ponerse la camiseta y entrar a jugar todos los días. Acá vale cuánto trabajaste, conseguiste y te esforzaste. Una de las grandes expectativas que tenemos es cambiar nuestra imagen ante la sociedad. A veces nos miran, y está muy instalado el ‘Argentina Descansa’. Pero cuando trabajamos, la gente nos dice que nosotros somos diferentes, simplemente trabajamos y esperamos seguir sumando compañeros y trabajos privados como cualquier empresa sanjuanina", expresa su presidente Víctor Pérez.