Había arrancado con una fuerza inusual y todos los indicios apuntaban a otra caída de una privatizada. Pero con el correr de los días, la embestida que puso en marcha el Gobierno contra la distribuidora eléctrica Edelap fue perdiendo intensidad y ahora las señales en juego indican que la nueva situación de impasse se extendería hasta el segundo trimestre de 2009.
La presión oficial contra la eléctrica que controla el grupo norteamericano AES se diluyó por dos motivos salientes. Por un lado, por la falta de interesados locales que quieran hacerse cargo de la empresa.
Y por otro lado, por la decisión del Gobierno de evitar un nuevo cortocircuito con los EE.UU, luego de que entrara en escena el embajador norteamericano, Earl Anthony Wayne quien reclamó un “trato justo” para la firma manejada por AES.
De acuerdo con los datos obtenidos por Clarín, las autoridades del ministerio de Planificación y los representantes de Edelap llegaron a un acuerdo no escrito para bajar transitoriamente los decibeles de la pelea