Cuando el 21 de junio de 1979 comenzó a funcionar el primer hidrogenerador de 135.000 KW del Complejo Hidroeléctrico de Salto Grande, interconectando por primera vez los sistemas eléctricos, empezaba a cumplirse un sueño.
Fue un proyecto pensado para el desarrollo regional que en los últimos años tomó nuevo impulso. Hacía ya 33 años que Argentina y Uruguay habían firmado un acuerdo binacional y habían creado la Comisión Mixta de Salto Grande para el aprovechamiento del río Uruguay.
Desde entonces, ambas naciones trabajaron codo a codo en la producción de energía hidroeléctrica, una fuente de energía limpia y renovable que ha sido (y es) la más económica manera de generación que compensa rápidamente el mayor esfuerzo de inversión que su instalación requiere.

Durante todos estos años, argentinos y uruguayos hemos gestionado en conjunto Salto Grande cumpliendo lo acordado en el año 1946, aprovechando al máximo los recursos generados y transmitiendo y suministrando energía con seguridad y confiabilidad.
Localizada 20 kilómetros de Concordia, Salto Grande aporta, en promedio, el 9% de la energía que se consume en Argentina y el 60% de lo que se consume en Uruguay. Además, se ha contribuido al desarrollo turístico de la región siempre con el compromiso de proteger la naturaleza.
Es, en momentos como estos (N de la R: de crisis), cuando los Estados enfrentan la enorme disyuntiva de plegarse a esa retracción o en cambio prepararse para impulsar la economía. No hay dudas sobre cuál ha sido en Argentina la elección y es por eso que desde Salto Grande trabajamos en un programa de desarrollo que movilice recursos y abra camino al progreso.

 
Esfuerzos mutuos
Es con esta visión coincidente que argentinos y uruguayos hemos compartido la gestión en Salto Grande y que apostamos a la modernización.
Para lograrlo, además de un estado comprometido con el esfuerzo de la central, es necesaria la cooperación conjunta como ha ocurrido desde el inicio de este sueño y como ha permanecido más allá de los vaivenes de las políticas y gestiones.
La situación internacional encontró a Argentina en un momento de reactivación económica que por su importancia estratégica en el Cono Sur permite pensar que seguirá siendo motor para el desarrollo regional. De lo que se trata aquí es de invertir y planificar un programa para que, desde la central, se ofrezca más energía y a precios más competitivos.
En paralelo, el desarrollo tecnológico debería contribuir a potenciar la actividad agropecuaria y abastecer a una pujante industria derivada de alimentos, en condiciones de calidad y costos. Este fue parte del planteo de la década del 40. Sin embargo, las posibilidades del aprovechamiento múltiple del emprendimiento han sido por años una materia pendiente.
Desde la Comisión Técnica Mixta se trabaja actualmente para retomar aquel primer compromiso firmado por los presidentes Juan Domingo Perón y Eduardo Larreta. Ya entonces se contemplaba la producción de energía y el diseño de un sistema de obras de navegabilidad y riego para el desarrollo regional.
Con una mirada regional, la actual gestión impulsa también la creación de una Unidad Académica que incluye un posgrado y la capacitación para técnicos y profesionales de todo el país interesados en ingresar a Salto Grande. La primera etapa, una Escuela de Operadores para aquellos que trabajen en todas las centrales del país, iniciará su primer ciclo lectivo a principios del próximo año.
 
Fuente Diario "Uno" de Paraná.
 

 

Vista aérea de la represa de Salto Grande.